Un ministro del Gobierno irlandés ha confesado en un libro, 'The High Society', que es consumidor de cocaína. Además del escándalo, la polémica llega porque ha mantenido el anonimato y la autora, Justine Delaney-Wilson, se niega a revelar quién es. En el libro, también admiten su consumo un neurocirujano, controladores aéreos, abogados e incluso una monja. En los últimos dos años, se han encontrado restos de cocaína en los baños del Parlamento de Irlanda al menos en tres ocasiones.